La paz surge como un estado de completa aceptación, cuando podemos reconocer nuestro lugar en el universo, entendiendo que las cosas tienen un orden y un propósito divino y que nuestro papel no es interferir en él para darle gusto a las ideas de nuestra mente, que quiere creer que conoce la mejor manera de hacer las cosas buscando tener el control, pero esta es una idea equivocada que nos sumerge en constante sufrimiento.
Gastamos demasiada energía tratando de hacer las cosas a nuestra manera y peleando con la manera como las cosas en realidad suceden. Pienso, cuánto dejarías de sufrir si por un momento, una hora, un día, dejaras que las cosas sucedieran como suceden y te dedicaras a tomar decisiones basado en esa realidad, en vez de tratar de que las cosas ocurran según tus planes. Una mirada a la paz desde mindfulness por Catalina Correa @Lirioblanco_mindfulness